Las patatas Monalisa son una variedad de piel amarilla y carne clara, conocida por su textura suave y su sabor delicado. Son muy versátiles en la cocina, ideales tanto para hervir como para freír o asar. Se destacan por su resistencia a enfermedades, lo que las hace una opción popular entre los agricultores. Su forma ovalada y uniforme facilita su manejo y procesamiento, y su bajo contenido de azúcar hace que no se oscurezcan fácilmente al cocinarse. Esta variedad también se caracteriza por un buen rendimiento en el terreno y su capacidad de almacenamiento prolongado, lo que la convierte en una opción robusta y fiable.

Las patatas Kennebec son una variedad de piel clara y carne blanca, muy apreciada por su textura firme y versatilidad en la cocina. Se destacan por su alto rendimiento y resistencia a enfermedades, lo que las convierte en una opción popular tanto para el cultivo comercial como doméstico. Tienen una excelente capacidad de conservación y se mantienen frescas durante largos períodos. Son ideales para la fritura, ya que al cocinarse mantienen una textura crujiente por fuera y suave por dentro, pero también se pueden usar para hacer puré o hervirlas. Su forma ovalada y su bajo contenido de azúcar las hacen aptas para una variedad de preparaciones sin riesgo de oscurecerse al ser cocinadas.

Las patatas Spunta son una variedad de piel amarilla y carne amarilla pálida, conocida por su textura firme y su versatilidad en la cocina. Esta variedad es muy apreciada por su buen rendimiento en los cultivos, su resistencia a enfermedades y su capacidad de adaptación a diferentes condiciones climáticas. Las Spunta tienen una forma alargada y uniforme, lo que las hace fáciles de procesar. Son ideales para la fritura, ya que producen patatas crujientes por fuera y suaves por dentro, pero también se pueden utilizar en ensaladas, purés y guisos. Además, tienen una buena capacidad de conservación, lo que las convierte en una opción muy práctica para el almacenamiento a largo plazo.

Las patatas Rudolph son una variedad de piel roja y carne blanca, destacándose por su forma ovalada y su textura firme. Son especialmente valoradas por su sabor suave y su versatilidad en la cocina, ya que se pueden usar tanto para cocidos como para freír, hacer puré o ensaladas. Su resistencia a las enfermedades y su buen rendimiento en diferentes tipos de suelos hacen que sean una opción popular entre los agricultores. Aunque tienen una piel gruesa, su carne mantiene una textura agradable y suave al cocinarse. Además, tienen una buena capacidad de conservación, lo que las convierte en una variedad fiable tanto para consumo inmediato como para almacenamiento prolongado.